MacMierda XXL

Lo primero: ¡Feliz año 2008!

Mi más sincera enhorabuena por haber sobrevivido a la ingesta masiva de todo tipo de alimentos, y sobretodo por haber aguantado con la sonrisa forzada durante quince largos días, ya se que en estas circunstancias no es muy apropiado hablar de una película como “Fast food nation” (Richard Linklater 2006) Si, una de hamburguesas, pero es que acabo de verla y quiero pregonar a los cuatro vientos lo repugnante que me resultan esos sitios y lo que representan.

No sólo es un riesgo alimentario, ese exceso de grasas saturadas que puede minar la dieta de cualquier mortal, sin contar que no incluyan bacterias (como la de la salmonela) que puedan ocasionar problemas serios para nuestra salud como ocurría no hace demasiado tiempo; Sino que han absorbido toda la industria alimentaría desde los distribuidores hasta las granjas de vacuno. Las fábricas de despiece son una auténtica carnicería para sus trabajadores, la mayoría ilegales que acaban mutilados por cadenas que avanzan demasiado deprisa, pero eso no es lo más peligroso; El problema es que se han convertido en imagen de una forma de vivir, la que triunfa a sus anchas en el capitalismo salvaje y global donde solo importan los beneficios ¡sigamos asociando el consumo de hamburguesas a celebraciones infantiles y momentos de ocio familiar y convertiremos nuestro estómago en chatarra!

Por si todavía hay algún incauto/a que crea que lo de la comida rápida es buena idea (muy especialmente aquellos que llevan a sus hijos/ sobrinos/adolescentes sobreexcitados a estos "restaurantes") les recomiendo la lectura del libro que da título al film “Fast Food Nation” de Eric Schlosser (es denso pero instructivo) Al final, la responsabilidad última de todo esto es nuestra, por seguir pasando por debajo de los arcos amarillos.